He probado muchísimos productos coreanos. Soy de las que va picoteando de aquí y de allá porque me encanta descubrir texturas nuevas, fórmulas raras y envases nuevos. Pero si tengo que ser honesta, hay dos productos que ya son fijos en mi rutina y que no cambiaría por nada.
Freshly Juiced Vitamin Drop de Klairs
Este sérum de vitamina C es un antes y un después en mi piel (REAL). Lo probé con miedo, porque creo que la vitamina C puede ser traicionera, pero me sorprendió desde el primer uso: nada de irritación y en cambio, una luminosidad que nunca había tenido. Lo uso solo por la noche y al día siguiente amanezco con ese glow que parece que he dormido diez horas (aunque la realidad sea muy distinta 🙈). Además, me ha ayudado muchísimo a suavizar un par de manchitas y a mejorar la textura. Es de esos productos que cuando se acaban, corres a reponer porque ya no sabes vivir sin él.
Puri-Tea Salicylic Acid Cleansing Gel de Meisani
Lo confieso, he usado infinidad de limpiadores coreanos. Espumas, aceites, bálsamos… ¡de todo! Y aún así, ninguno me ha conquistado tanto como este gel. Limpia en profundidad gracias al ácido salicílico, pero sin resecar ni dejar la piel tirante. Al contrario, se siente fresco, suave, como si la piel respirara. Yo lo uso mañana y noche, y desde que lo tengo mi piel está más equilibrada, con menos grasa y mucho más calmada.
¿Por qué estos dos y no otros?
Porque funcionan siempre, sin importar la época del año o cómo tenga la piel ese día. Porque me dan resultados visibles sin complicaciones. Y porque además de eficaces, son agradables de usar y tienen texturas y olores suaves.
He probado decenas de productos coreanos, pero estos dos se han ganado un sitio fijo en neceser. Son mis básicos, mis joyitas. Y sinceramente, mientras sigan existiendo, no pienso cambiarlos por nada.
