He pasado por tantas bases, tantas marcas… L’Oréal Accord Parfait (que tiene un acabado natural que adoro), It Cosmetics, Guerlain, Estée Lauder, Armani, Dior… y tampoco me olvido de la YSL All Hours, que me parece una base magnífica. Pero, por extraordinarias que sean, he vuelto siempre a mi primera elección: Lancôme Teint Idole Ultra Wear. Y aquí te cuento por qué.

La base Teint Idole Ultra Wear

Esta base lo tiene todo. Alta cobertura, textura ultraligera y muchas horas de duración, con un acabado mate natural que no se siente pesado ni acartonado en la piel (imprescindible para mí).

Me encanta que lleve un sérum hidratante, ácido hialurónico y vitamina E y aceite de moringa. Una combinación que mejora el aspecto de la piel con el uso continuo.

También resalta que es ultra-transpirable, resistente al agua, al sudor y al paso del tiempo, y que está disponible en muchas tonalidades, lo que hace muy fácil encontrar tu tono perfecto.

El corrector Teint Idole Ultra Wear All Over

Este corrector es puro lujo. Cobertura total pero con un acabado natural, jugoso, sin resecar la zona y sin marcar líneas de expresión.

Se describe como no comedogénico, de larga duración, pensado para que la piel se vea natural, como si no llevaras maquillaje. Ideal para «mostrar tu piel al natural”.

¿Por qué sigo eligiéndolos (aunque he probado un montón más)?

• La base me da cobertura ajustable, aguanta sin desvanecerse ni en días largos ni soleados y la piel queda muy natural y luminosa (sin glow).
• El corrector cubre ojeras e imperfecciones sin bloqueos secos ni pliegues. Se siente como tratamiento y maquillaje al mismo tiempo.
• Además, destacar que cuidan la piel con ingredientes como ácido hialurónico, antioxidantes y sérum le da ese plus que me hace preferirlos.

He probado decenas de bases, pero al final siempre vuelvo a Lancôme Teint Idole Ultra Wear. Y desde que probé el All Over Concealer, se ha convertido en mi combo inseparable. Ojo, no descarto que siga probando más y que la de YSL también la tenga en el cuore.